Igor Raykhelson

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BASHMET Y SU GENTE DESLUMBRARON EN EL COLON

Donato Decina

“Nuova Harmonía” en el Teatro Colón: actuación de “Los Solistas de Moscú”,  Director y Solista: Yuri Bashmet (Viola) Participación: Andrei Poskrobko (Violín), Alexei Naidenov (Violoncello). Programa: Wolfang Amadeus Mozart: Divertimento Kv.136 en Re mayor para Orquesta de Cuerdas. Franz Peter Schubert: Sonata “Arpeggione” (Trascripción del Original para Viola y Cuerdas). Igor Raykhelson: “Senza Volto”, para Violín, Viola, Violoncello y Cuerdas. Franz Peter Schubert: “La Muerte y la Doncella” (Versión para Orquesta de Cuerdas,  ensamblada por David Matthews y Donald Mitchell, basada en anotaciones originales de Gustav Mahler). 20/10/14.

  Ha sido para los Organizadores, uno de los puntos mas fuertes de la temporada. Quizas, junto con la venida de Renaud Capuçon (ya comentada por Mí en este blog). La presentación de Yuri Bashmet en el Colón, nos ha hecho tomar contacto con  uno de los mas grandes violistas del momento (en Mi caso,  el otro es el Francés Gerard Causse) y con su conjunto, “Los Solistas de Moscú”,  que el instrumentista Ruso fundara allá por 1992, el que nos deja como saldo una gratísima impresión, por su ajuste, calidad de sonido y nivel de los interpretes convocados. Bashmet hace del conjunto su instrumento en si mismo,  y lo lleva a explorar caminos a veces poco comunes, con una amplitud de repertorio sencillamente envidiable. Se podría haber sucumbido a la tentación de un programa cien por ciento ruso. Sin embargo, se eligió algo mas universal, para poder mostrar mas versatilidad y calidad.

  La sesión comenzó con el célebre Divertimento para Cuerdas Nº 1, de Mozart. Tal vez haya sido lo mas frío de la noche de acuerdo a lo escuchado a posteriori. A pesar de ello,  la calidad y empaste estuvieron allí sobre el escenario en todo momento.

  A partir de abordar la transcripción (no se especificó autor) de la Sonata “Arpeggione” de Schubert, para Viola Solista y Orquesta de Cuerdas, Bashmet comenzó a mostrarnos su real dimensión. La filigrana de sonidos que parte de su instrumento, sumado al aporte del conjunto instrumental dio como logro una versión sumamente sentida y profunda de una obra tan bella, transformándose todo en una sesión de  cámara de muy alto vuelo.

  Para el comienzo de la segunda parte, Bashmet  propuso difundir a Igor Raykhelson, un compositor nacido en 1976, con “Senza Volto”  dedicada  a Bashmet y su conjunto, quienes la estrenaron en 2013. Tomando la forma barroca como modelo, cada instrumento tiene su destaque y junto a ellos el soporte instrumental de la magnífica formación de arcos. Así conocimos al primer violín Andrei Poshkrobko, dueño de muy buena técnica  y a Alexei Naidenov, un violoncellísta  de  sonido muy delicado. No se dijo allí, que Vitaly Astakhov primera viola del grupo, se hizo cargo de conducir al grupo con suma eficiencia, casi como un “delegado personal” de Bashmet durante la interpretación.

  Muy importante ha sido, el  aporte que Diego Fischerman, el destacado crítico del Diario “Página 12”, realiza en sus notas para el programa de mano,  en relación al arreglo ofrecido del Cuarteto “La Muerte y la Doncella” de Schubert. Allí, claramente, se establece que Anna Mahler, la hija del compositor Bohemio, encontró en su residencia de Spoletto, en la que residió el último tramo de su vida, unos manuscritos de su padre, los que puestos en manos de David Matthews y Donald Mitchell, estudiosos de la obra de Mahler (Si poseen grabaciones de la “Deutsche Gramophon” de obras de Mahler editadas durante la década del ochenta, encontrarán comentarios del primero de ellos), quienes con ellos en mano y a partir de esos manuscritos-indicaciones, surgió este arreglo para Orquesta de Cuerdas y por ello me permito presentarlo de Esta manera en Este comentario. La versión escuchada (tercera en tres años a esta parte), ha sido la mas intensa de todas, con todas las acentuaciones dramáticas, el trasuntar de todos los estados de animo y un virtuosismo de conjunto francamente conmovedores. Tal es así que a los reiterados aplausos de los presentes, el grupo retribuyó con dos muy simpáticos y pintorescos bises. Una Polka rusa (Con interjecciones de voces del grupo incluidas) de Alfred Schnittke y un vals de Toru Takemitsu, que, por supuesto, mucho agradecemos.